Definitivamente el invierno ha venido para quedarse instalado en nuestras casas que, por lo general, no están preparadas para las bajas temperaturas y es cuando comenzamos a utilizar todo tipo de aparatos para calentar nuestros hogares. Aparatos, algunos, que llevamos meses sin utilizar y que pueden resultar peligrosos si no se lleva un control sobre los mismos.

Existen varios tipos de estufas y calefactores, aunque los más seguros son los eléctricos. Las estufas de gas son más efectivas y consumen menos, aunque se deben utilizar adecuadamente si se quiere evitar algún mal mayor, ya que hay que procurar siempre que estén en lugares con ventilación y su uso no puede ser excesivo.

 

El gas, una alternativa económica y segura

Ya se utilice un sistema catalítico o de llama azul, el gas supone una alternativa que ha ganado en seguridad con el paso de los años. Asimismo, es más económica y, por lo general, calienta los espacios en un menor espacio de tiempo. Si tenemos en cuenta la subida en la factura de la luz de los últimos días, se posiciona como una alternativa todavía mucho mejor. Además de revisarlas cada año, es aconsejable cambiar las estufas de gas cada cuatro o cinco años para asegurarnos de su correcto funcionamiento, aunque depende siempre del uso que le demos.

Por otro lado, las eléctricas no son del todo seguras. Para evitar problemas, os dejamos algunos consejos que pueden resultar útiles:

 

Evita sobrecargas

Las sobrecargas de los circuitos eléctricos pueden llegar a probar incendios, así que no es conveniente sobrecargar el sistema cuando se utiliza un calefactor o estufa eléctrica y procurar siempre que no exista un número excesivo de aparatos conectados a la red eléctrica.

 

Vigila el aparato

Es imprescindible evitar cubrir el aparato con cualquier material, además de mantenerlo a una distancia prudente (más de un metro) de materiales que sean fácilmente inflamables. Asimismo, cualquier líquido deberá estar también lejos de estos aparatos, ya que un derrame involuntario puede terminar causando una combustión del mismo.

 

Enchufes en buen estado

Es importante comprobar que el enchufe al que esté conectado el electrodoméstico esté en perfectas condiciones para evitar cortocircuitos que puedan provocar incendios. Además, también es importante comprobar la malla protectora del calefactor para ver que no está rota porque también es peligroso.

 

Aunque puedan parecer consejos lógicos, es cierto que año tras año vemos como accidentes con estos aparatos terminan con desenlaces fatídicos. Es cuando los usamos cuando bajamos  más la guardia sobre ellos, ya que suelen estar asociados a momentos de relax y descanso en los que podemos quedar dormidos sin percatarnos de la peligrosidad que tienen si no seguimos ciertas medidas de seguridad o consejos como los que antes hemos descrito.

Así con todo, los aparatos eléctricos para calentar el hogar siguen siendo los más seguros. Además, sea cual sea el sistema utilizado, siempre hay que evitar que los niños manipulen este tipo de aparatos debido a su peligrosidad.