Las fechas Navideñas traen siempre consigo excesos de comida y bebida que son un indicativo de que nuestras cocinas y nuestros hornos han estado trabajando mucho durante los últimos días. Aunque llevemos a cabo una limpieza diaria y un mantenimiento, son fechas idóneas para que la suciedad se acumule en nuestros electrodomésticos. Aquí van algunos consejos para dejar impoluta la cocina después de las fiestas navideñas.

 

Los armarios primero

Es aconsejable comenzar la limpieza a fondo de una cocina por los armarios, ya que en ellos se acumula suciedad procedente de el ir y venir de comida, cubertería y del humo que se acumula en la cocina. Así, lo ideal es vaciarlos y limpiar con agua y jabón el interior y el exterior de nuestros armarios. Aunque esta es una acción que deberíamos repetir varias veces al año, después de Navidad es totalmente aconsejable.

 

El microondas, el gran olvidado

Si pensamos en qué electrodomésticos utilizamos más, seguro que no tenemos en cuenta el microondas. Un aparato cuya limpieza es sencilla y que no siempre se lleva a cabo como la de otros electrodomésticos como la cocina o el horno. Así, si vas a comenzar una limpieza a fondo, no te olvides del microondas.

 

Dale duro al horno

El horno puede llegar a convertirse en un muestrario de olores procedentes de todo lo que hemos cocinado en él durante la Navidad. Lo primero que debemos hacer es sacar las bandejas del mismo y ponerlas en agua tibia y jabón durante varias horas para después frotar con una esponja abrasiva para quitar los restos. Si tu horno tiene pirolisis o aqualisis, no dudes en poner en marcha estos métodos de limpieza mientras te encargas por otro lado de las bandejas. No obstante, también es aconsejable utilizar agua, sal y bicarbonato para limpiar el interior del horno. Nunca utilices métodos abrasivos con productos que puedan dañar el esmalte de tu horno o lo terminarás pagando a la larga.

 

La vitrocerámica siempre en frío

La vitrocerámica siempre hay que limpiarla en frío y cada vez que ha sido utilizada, ya que puede que las manchas terminen por quedar incrustadas. Hoy en día existen infinidad de productos para la limpieza de vitrocerámicas, aunque si quieres hacerlo de una forma económica, puedes utilizar amoniaco o jabón para lavar la ropa. Después de dejar actuar la solución durante una hora, lo secas con un paño y listo. Así conseguiremos eliminar a fondo las bacterias acumuladas.

Existen otros electrodomésticos que no debemos dejar de lado, como la nevera. No obstante, si realizamos la limpieza antes descrita, podemos quedarnos satisfechos. Eso sí, acompañado siempre de una buena barrida y una buena fregada del suelo que tanto trasiego sufre. Los azulejos ya los dejamos para otro post porque tampoco queremos agobiaros con la limpieza…