Hoy en día todavía hay gente que es reacia al uso del lavavajillas, ya que prefiere lavar a mano. Muchos se escudan en el poco uso que le darían a un electrodoméstico que con el paso de los años ha ido conquistando más y más hogares. El ahorro de agua en cada lavado puede ser un aliciente para todos aquellos que todavía no se han decidido a dar el paso.

 

¿Realmente se ahorra al utilizar el lavavajillas?

El ahorro es real. El consumo de agua se reduce en un 9% en aquellos hogares que incorporan un lavavajillas. Una reducción que supone gastar cerca de 30,6 litros de media menos cada día en aquellas casas que incorporan este electrodoméstico. Una cifra que, lógicamente, aumenta en aquellos hogares en los que conviven un número elevado de individuos.

 

¿Cómo debo utilizarlo?

Lo ideal siempre es utilizar el lavavajillas al máximo de su carga para aprovechar al 100% su puesta en marcha. Además, también es aconsejable utilizar programas ECO de lavado que, aunque son más lentos, tienen un impacto medioambiental menor y consumen hasta un 16% menos de agua y un 20% menos de electricidad que un programa de lavado normal. Así, salvo para urgencias, lo idóneo es utilizar programas ECO.

 

¿Cómo decidir qué modelo utilizar?

Las firmas están apostando fuertemente por la investigación en este tipo de electrodomésticos y cada vez los sistemas son más complejos. En La Nave disponemos de más de 1.000m2 de exposición en los que nadie tiene más referencias expuestas. Modelos como el Siemens iQ300, con etiqueta energética A++, es un utilitario de bajo consumo y alto rendimiento ideal para comenzar a trabajar con un lavavajillas o para renovar el antiguo debido a su bajo coste. No obstante, lo aconsejable siempre es adquirir modelos con etiqueta energética A+++, ya que a la larga nos permitirá tener un ahorro mayor en la factura de la luz, aunque su precio es sensiblemente más elevado que el de los A++ e inferiores, aunque vale la pena a largo plazo y medioambientalmente.